Cuando nos ponemos al volante queremos disfrutar de la conducción e ir de un lugar a otro con los menores sobresaltos posibles. Conducir un coche implica ciertos riesgos, nunca se sabe en qué momento podemos tener un pinchazo o un fallo en nuestro coche que pueda ocasionar un impacto leve o de mayor gravedad.
Por todo ello, es importante repasar algunos consejos para una conducción segura. Algunos de ellos pueden parecer muy básicos, pero nunca está de más recordarlos para garantizar la seguridad al volante.
El cinturón de seguridad siempre abrochado
Parece mentira pero aún a día de hoy hay mucha gente que viaja en el coche sin el cinturón de seguridad. Muchos piensan que en los asientos traseros no es necesario usarlo, o bien creen que es incómodo. La realidad nos muestra que el 22% de los fallecidos en accidentes de tráfico en 2015 no llevaban puesto el cinturón de seguridad, según datos de la DGT. Esto supone que más de 100 muertes podrían evitarse por utilizar este sistema de retención.
Aunque sea de sentido común, es importante recordar que el uso del cinturón de seguridad es obligatorio tanto en trayectos urbanos como en interurbanos y en los asientos delanteros y traseros. Usarlo puede salvarte la vida.
La presión y el estado de los neumáticos, un aspecto fundamental
Muchas veces no prestamos a nuestros neumáticos la atención que merecen. Son nuestro único punto de contacto con la carretera, por lo que revisar su estado y presión es muy importante.
Un neumático en mal estado o con una presión incorrecta puede hacer que perdamos el control del vehículo en condiciones de lluvia o que la distancia que necesitemos para frenar en caso de emergencia sea mucho mayor que la normal. Además de esto, podríamos sufrir pinchazo y dañar la suspensión de nuestro coche, entre muchos otros problemas. Por ello, es recomendable que los revises habitualmente.
Mantén siempre la distancia de seguridad
Cuando circulamos es importante dejar un espacio de seguridad con el coche que nos precede. ¿Y cuánto espacio es el recomendable?
La DGT recomienda que utilicemos una sencilla regla en función de la velocidad a la que conducimos. Esta regla dice que hay que quitar la última cifra a la velocidad que vamos y elevar esta al cuadrado. Es decir, si vamos a 100 km/h la distancia de seguridad sería 10×10=100 metros.
En caso de lluvia, se aplicaría la misma regla pero multiplicado el resultado final por dos. Es decir, si nuestra velocidad fuera de 100 km/h la distancia de seguridad necesaria sería 10×10= 100×2 = 200 metros.
Ten en cuenta tu estado físico
Si estás cansado, para y descansa. Si estás nervioso, tómate un tiempo para relajarte y después sigue conduciendo. Si has bebido alcohol o has consumido algún tipo de drogas, no te pongas al volante.
Tú y solo tú sabes en qué condiciones estás en cada momento. Recuerda que cuando te pones al volante es importante tu seguridad, pero también de los otros conductores o peatones. No te pongas en riesgo y no pongas a nadie más en riesgo.
Con estos consejos básicos puedes reducir la probabilidad de tener un accidente y hacer que tu conducción sea un poco más segura. Y tú, ¿qué otros consejos añadirías?